jueves, 4 de agosto de 2016

La borrachera

Con el sentido perdido aun sin quererlo
y con la vista en perfectas condiciones,
las imágenes que el cerebro  devuelve
no son reflejo fiel de las situaciones.


Esa euforia que produce el alcohol,
que te evade y que te aparta del momento
solo cambia los agobios que conoces
por un placer que de penas no está exento.

Pues, a veces, quien se emborracha por reír
acaba llorando bastante compungido
y el que quisiera olvidarse de sus problemas
puede encontrar el hospital como destino.


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