miércoles, 25 de mayo de 2016

La escritura

Quién dijo que estén reñidas
letras y ciencias mayores
quién pensó que alguna ciencia
sea barrera para el hombre.

martes, 24 de mayo de 2016

La primavera

Marchan los días de invierno
cortos, tristes y lluviosos
y dan paso a otros distintos
más largos y calurosos.

lunes, 23 de mayo de 2016

La vejez y el mar

La luna llena ilumina mis pasos
el sol del alba acaricia mi piel
las olas mecen mi cuerpo en calma
me siento en paz, me siento nacer.

El sol, la luna, el mar y el cielo
signos que marcan mi atardecer
final del ruido y la muchedumbre
principio y fin son de mi vejez.

Edad que llega sin ser llamada
pisando despacio se acerca a mi vera
el mar se hace amigo aunque no quisiera.

Edad dorada que envuelve mis días
minutos latentes del tiempo que fue
huellas de esos años que dejaron huella
que son mi memoria en ese mar de ayer.

Su olas, su luna, su sol y su cielo
son hoy el legado que puedo ofrecer
mi nombre en la playa hoy dejo grabado
su paz y su calma me hicieron crecer.


Leonor Cuevas Martín

Cultura y educación

¿Qué esperamos de los jóvenes
si educación no aprendieron?
Si aunque cultura estudiaron,
rehuyeron del buen ejemplo.

¿Qué esperar si la experiencia
apartan de su camino
y construyen uno nuevo
con bastantes desatinos?

Que si bien es elogiable
atreverse a improvisar,
mucho más importante es,
lo comprobado, aceptar.

Leonor Cuevas Martín

El día del tambor

Ya se escucha la gente saliendo
por las calles, esquinas y plazas.
Todo el pueblo entona las danzas            
que de antaño fueron transmitiendo.

Cascabeles, sombrero y clavel,
castañuelas, bandera y tambor
con la gaita entonan el son
este día al atardecer.                      

Tradición  ancestral de este pueblo
renacida, dos décadas hace,
con fulgor y entusiasmo distinto       
atracción para tantas edades.


En la cuesta de Mafla el comienzo,
al Monturio lo ves colorido.
Y las peñas con otros fonteños
en la plaza lo harán conclüido.            

Si eres joven la subes danzando,
si no puedes, andando la harás
el tambor no hace caso de edades
y aunque pasen los años, verás.


Leonor Cuevas Martín

La diferencia nos hace únicos

Víctor y Carlos habían estado unidos desde que echaron a andar, pero a sus ocho años ya se podía augurar que tendrían caminos muy distintos. Sin embargo, sus padres parecían no darse cuenta y a Víctor lo obligaban a hacer todo lo que Carlos hacía. Le compraban los mismos juguetes, las mismas ropas, lo apuntaban a los mismos talleres…
Víctor cada vez se sentía más frustrado porque él no quería todo aquello para nada. Le bastaba con sus libros. Siempre estaba con alguno en la mano y así era feliz. Pero le ponían muchas trabas para serlo.

Tu vida la eliges tú

─¡Papá, mamá! ¡Levantaos y vámonos a la playa! ─chilló María entusiasmada al despertar con un sol cegador que entraba por entre las persianas del apartotel donde se habían alojado la noche anterior.
Era un buen día para unas buenas vacaciones alejado del bullicio de la gran ciudad.
               Hacía años que Julia se quejaba de que Javier solo echaba cuenta de su trabajo y de lo estresado que vivía sin tener en cuenta el bienestar familiar.  Lo miró con alegría en su rostro. Estaba feliz de encontrarse en aquel lugar, sin despertador, sin prisas… y lo abrazó sin hacer caso a la llamada de su hija.

domingo, 22 de mayo de 2016

La palabra

"La palabra nace con la vida, muere con la vida y es lo último que nos queda"

                                                                                                  Leonor Cuevas Martín

Sobre mí




  Con mi poesía quiero llegar a esas personas a quienes no les gusta la poesía por no entenderla y, por ello, se alejan de ella. Solo quiero transmitir lo que para mí es poesía: la comunicación de sentimientos o historias contadas en versos con musicalidad, que muevan algo en el interior de las personas, que despierte sentimientos y los pongan a flor de piel en muchos casos.  

    Escribo de una forma clara y sencilla, casi sin metáforas y sin ajustarme a métrica conocida (casi siempre), y huyendo del verso libre, cuya escasa musicalidad  no acaba de encajar en mis preferencias, debido a mi pasión por escribir canciones. 

   Los poemas de reflexiones acerca de los comportamientos humanos y de cosas que normalmente pasan desapercibidas ante nuestros ojos llenan parte de mi pequeña obra, donde lo que abundan son los temas sobre cosas sencillas tratados con sencillez y palabras poco rebuscadas que cualquier persona puede comprender sin que sea instruida.

    Mis relatos cortos se caracterizan también por esa temática y buscan animar al lector a la reflexión  acerca de nuestro modo de vivir actual, del consumismo, de la violencia, del acoso escolar, etc.  

    


    

jueves, 19 de mayo de 2016

Una retirada a tiempo

¿Quién hizo que me apasionara escalar a mí, Gustavo Buendía, que no me gustan los riesgos?  Ya ni lo recuerdo. Pero lo que no puedo olvidar es aquel día en el que en solitario emprendí la escalada del Everest.

Una vieja moderna

A lo largo de mi vida me han ocurrido muchas cosas graciosas, algunas tan graciosas que hasta me han impedido mantener la compostura y la educación. Es de todos sabido que no está bien reírse de las personas mayores y, mucho menos, cuando a estas le ha ocurrido alguna desgracia. Bueno, cuando le ocurre a alguien alguna desgracia, tenga la edad que tenga, no está bien que los demás se rían. 

El otoño



Con pinceladas doradas

se tiñe el paisaje entero.

Con miradas de tristeza

se despide el veraneo.

Los árboles se hacen cómplices

de este cambio de estación

y sus trajes color verde

dejan caer con dolor.

Amarillos no los quieren

y prefieren el desnudo.

Así brotarán con fuerza

cuando del calor sea turno.

Sin embargo, los hay fuertes

que no temen a los cambios

y es ahora en el otoño

cuando lucen mejor paño.

De verde, morado y negro

los olivos y las parras

nos deleitan con paisajes

que son su mejor estampa.

Y, aunque la vid se marchita,

los olivos permanecen

e irán cambiando de traje

sin que apenas tú lo aprecies.

Para en primavera, siempre,

demostrarte su alegría

y renacer con los otros

que en otoño desvestían.

Mejores temperaturas

para las tareas del campo

que llenan a este de gente

en jornadas de trabajo.

Trabajos de recogida

de aceitunas y de uvas

que todavía, en estos tiempos,

dan al campo su fortuna.

Una fortuna real,

si nunca se terminaran,

pero queda todo un año

de cuidos y de amenazas.

Cuidados, mantenimientos,

que sus dueños deben darle

sin obtener ningún pago

aun trabajando hasta tarde,

y, siempre, con la amenaza

del caprichoso dios tiempo

que cuando menos lo esperas

destroza todos tus sueños.


Leonor Cuevas Martín

Un joven de noventa años

                                                                                        

Aquel era el peor invierno que, desde que tenía uso de razón, pudiera recordar Joaquín. Los inviernos en la sierra solían ser muy duros, pero… como éste, ninguno… Se repetía, una y mil veces Joaquín. Pero, a la vez, que su mente imaginaba, y su boca pronuncia “ninguno”, recordó todos los cambios que en su salud se habían producido desde el invierno pasado.

El destino



Dentro de mi se está forjando

una coraza desde años,

poquito a poco me voy curtiendo

en esta vida de tristes sueños.


De realidades insospechadas

rutas diversas nunca esperadas

caminos vírgenes que descubiertos

formarán parte de aquellos sueños.


Quién no quisiera formar historia

permanecer en la memoria

de todos esos nuestros amigos

con quien momentos grandes vivimos


Es el destino, nuestro destino

el que cambiamos mientras vivimos,

no hay un principio ni un final

predestinado, ya lo verás.


Cada comienzo tiene un pasado

futuro cierto lo deseamos

pero actuamos en consecuencia

con cada paso en esta Tierra.


Las decisiones, los desafíos

nos hacen siempre cambiar el rumbo

de lo que fuera en algún momento

nuestro sentido a seguir viviendo.


A veces debes decir que no,

a veces puedes decir que no,

a veces debes decir que sí,

a veces puedes decir que sí,

y nunca es fácil decidir.


Quien con sus dudas no deseó

parar el tiempo o decir adiós

sintió por dentro contradicciones

y descubrió sus sinrazones.


Quien no esperando desesperó

pensó en dejarlo todo y, sin embargo, continuó

buscó alguna salida en un callejón

y aun sin consuelo, al fin, sus recuerdos apartó.


Leonor Cuevas Martín

La constancia

"Nada en el mundo sustituye a la constancia. El talento no la sustituye, pues nada es tan corriente como los inteligentes frustrados. El genio tampoco, ya que resulta ser tópico el caso de los genios ignorados. Ni siquiera la educación sustituye a la constancia, pues el mundo está lleno de fracasados bien educados. Solamente la constancia y la decisión lo consiguen todo."
                                                                                                                  Baltasar Gracián

Solo sé que no sé nada...

     "Solo sé que no sé nada y al saber que no sé nada algo sé porque sé que no sé nada".
                                                                                                        Sócrates


martes, 17 de mayo de 2016

Madurez temprana

Nací entre olivos y jaras
una mañana de agosto.
Madrugé en mi primer día,
primero entre muchos otros.
Desde apañar aceitunas,
higos, piedras o carbón,
hasta rodar por los cerros,
si daba algún resbalón.
Desde la escuela hasta el campo
entre letras y olivares
se desarrolló mi vida;
de mi historia forma parte.
Conocí esa realidad
y la palpé desde niña,
cada juguete comprado
lo traducía en olivas.
Cuántos kilos vale este,
cuántos otros, aquel libro
así aprendí el valor
del lápiz con el que escribo.
Nunca se valora algo
si sudor no te costó
cuando el trabajo es de otros
todo cambia de valor.
La vida no es todo risas
pues tiene tiempos amargos,
el pan no brota del aire
y es muy bueno recordarlo.
Mientras más tarde lo aprendas
más sufrirás de mayor
el tiempo te dará cuenta
si viviste en un error.
La ignorancia es atrevida
mejor gastar y vivir
que para el día de mañana
quién sabe si estaré aquí.
Ay, de ti si es lo que piensas
y si mañana, sí estás
igual por alguna esquina
pidiendo te encontrarás.

Leonor Cuevas Martín

El valor de una sonrisa

                                                                     
¿Cuánto cuesta una sonrisa?,
¿quién se atreve a valorarla?
Una cosa, que en la vida,
nadie podemos comprarla.
Muchos son los ricos tristes,
muchos pobres la regalan,
muchos pagarían por una
y no pueden alcanzarla.
Contagiosa hasta el extremo,
da a cambio sin pedir nada.
Todos, grandes y pequeños,
la acogen sin mediar palabra.
Es sencilla, sin adornos,
cuando esta sale del alma
activa todo tu cuerpo
y te ilumina la cara.
Si es falsa, no es mentirosa,
es incapaz de mentir,
cambia el tono a las palabras,
a la cara hace fruncir.
Muchos quisieran tenerla
por un segundo prestada.
No se vende ni se presta
y espera siempre callada.
No diferencia poderes
y a los afligidos llama
en el juego de unos niños,
en una agradable charla.
En lo pequeño y sencillo
ahí puedes encontrarla.
Su valor no es conocido,
no hay peritos de su talla.
Vale todo el oro junto
si tú sabes valorarla.
Si alguna vez la perdiste,
su valor será más alto.
Recuerda si un día dijiste
que reírse sí es barato.


Leonor Cuevas Martín

El cerebro y la epilepsia

Una chispa misteriosa
como una estrella fugaz
transforma mis pensamientos,
 hace real lo irreal.
El futuro es mi presente,
el presente dejo atrás,
lo real e imaginario
 sin límite que trazar.
Confusión, sueños, locura,
 ejes de una misma acción,
todos crecen en penumbra
 para ofuscar mi visión.
Si aquello que me persigue
donde quiera que me muevo
es real o imaginario
 o fruto del pensamiento,
si es difícil separar la realidad de los sueños,
¿cómo saber si dormimos
 o si soñamos despiertos?
Una chispa en mi cerebro
como fuego artificial
dispara las emociones
 sin que las pueda parar.
Acciones que sin sentido
 llenan de golpe mi vida,
un momento de mil instantes
 que me hacen sentir perdida.
Cómo encontrar la cordura
 cuando en un momento así
aunque mire alrededor
 no distingo quién soy yo.
Si estoy dormida o despierta,
 aunque quisiera decir
que soñé  en otro mundo

 sin saber que estoy aquí.


Leonor Cuevas Martín

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