Mirando atrás se marchó
y en su corazón conserva
el recuerdo de su gente
La niñez que nunca olvida
aun de privaciones, llena
fue de su vida cimiento
aunque también su condena.
Ante una puerta cerrada
una ventana se abrió
y aun lejos de su familia
la prosperidad halló.
Y volvió cada verano
y a sus hijos educó
con la pasión por sus tierras
de las que un día voló.
Como ave que ante el frío
alzó las alas y huyó
en busca de tierras nuevas
por una vida mejor.
Con el paso de los años
recuerda con añoranza
que, aunque malos, esos tiempos
forman parte de su España.
Qué bien refleja la situación de tanta gente de las zonas rurales que se fueron en los años 50, 60 y 70 del pasado siglo.
ResponderEliminarMe ha gustado mucho. Un saludo
Carmen